O de uno de los rincones más apetecibles de nuestra casa.
Ya disfrutamos de un verano fantástico en Lasarte, días largos con temperaturas suaves y la brisa del Cantábrico refrescando las noches. Nos gusta el calor y abrir a nuestros clientes la terraza, uno de los rincones más apetecibles de nuestra casa.
Cuando hace más de veinte años inauguramos el restaurante, uno de los mayores atractivos era poder sentar a nuestros amigos frente al verde y a las suaves colinas que rodean Lasarte, una explosión de luz y naturaleza, pues tenemos la suerte de pasar buena parte de la vida en una localidad cuyo crecimiento ha estado vinculado al desarrollo industrial. Pero existe otro Lasarte, salvaje e inspirador, que se asoma con descaro.
Durante los últimos años hemos hecho muchas remodelaciones en la terraza hasta ir forjando ese estilo y confort contemporáneos que combina los tonos blancos y grises, convirtiendo el entorno en verdadero protagonista. Los comensales se relajan y disfrutan como en ningún otro lugar y los nuevos platos de verano, más frescos y ligeros que nunca, salen vivitos y coleando del fogón, ¡qué divertido es cocinar!
Una orquídea blanca preside cada una de las mesas, la flor preferida de Oneka, que todas las mañanas viste junto a su equipo cada una de las mesas con suave lino, para que puedan disfrutar de la estación más alegre y sugerente del año.